domingo, 11 de agosto de 2013
Seamos Amables
SEAMOS AMABLES!
No despertemos rencores; procuremos despertar simpatías con nuestra conducta amable y dulce, cordial y tranquila.
No pretendamos castigar con nuestro rencor y con nuestro mal deseo a quien un día nos concedió amor, atención o afecto.
El rencor es demasiado amargo, rompe el corazón, perturba el sueño, inutiliza la acción Es mejor proceder noblemente, otorgar silencio para aquellos que nos mortifican con su murmuración, que nos hieren con su crítica o que nos dañan por el solo placer de causarnos mal.
Es mejor dejar caer en el olvido las ofensas recibidas, y hasta el nombre que un día nos fue amado y de quien recibimos ingrata retribución, antes de albergar enconos que amarguen nuestros días.
Despidámonos sonriendo de quien nos ofenda, sonriendo, sí, aunque para ello tengamos que torcer nuestro espíritu.
No hay mejor venganza, cuando somos maltratados, que hacer creer que no nos hemos dado cuenta del bofetón o de la indirecta…
SILVIA WATTEU
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