Cuando uno sabe que todas esas experiencias formaban parte del designio divino para su vida puede permitirse perdonar. Entonces llegará el momento
en el que volverá los ojos con asombro, por haber transitado por caminos tan destructivos.
Pero por el momento, perdónese. Bendiga al pasado y escuche a su alma hablar de amor y perdón.
En lugar de hacer constantemente un problema de las cosas con sus familiares
y amigos, intente liberarse del asedio de su ego. Cuando se dé cuenta de que está a punto de buscar el conflicto, pregúntese si quiere hacer un problema de eso y vivir los dolorosos resultados, o si prefiere crear una atmósfera pacífica. Unos instantes de consulta con la energía invisible que quiere que esté en paz
le apartarán del enfrentamiento. Sólo necesita unos segundos para hacer una pausa y saber lo beneficiosa que es la paz. Su ego intensificará las presiones y tendrá que optar de forma consciente por la paz, que está a su alcance.
No hay comentarios:
Publicar un comentario